¿Cómo Redactar los objetivos de la investigación?

  Gran parte de la bibliografía consultada apenas profundiza en el planteamiento y formulación de los objetivos, incluso algunos autores sólo los citan sin abordarlos realmente. Sin embargo, todas las investigaciones se basan en unos objetivos, que aparecen en los proyectos y en las memorias de investigación, a los que se recurre como referencia del resto de elementos que configuran el proceso seguido. De manera especial, los resultados y conclusiones finales.
Para el investigador, además, resulta de gran utilidad -especialmente si es novel- conocer no sólo la relación entre éstos y el tipo de investigación, sino también cómo saber formularlos adecuadamente.
En este sentido, Sabariego y Bisquerra (2004) plantean una tipología de investigaciones basada en su relación con el tipo de objetivos:
  • Explicativas: probar teorías, contrastar o verificar hipótesis, confirmar relaciones entre variables y anticipar o predecir fenómenos.
  • Descriptivas o exploratorias: identificar y describir características que lleven a inducir conocimiento.
  • De carácter aplicado: buscan la resolución de un problema práctico.
Según Cardona (2002), los objetivos pueden ser exploratorios (descriptivos), analíticos (explicativos o predictivos). Los primeros acercan al investigador al estudio de problemas poco conocidos, mientras que los analíticos estudian la relación entre una causa y un efecto.
Estos diferentes planteamientos de los objetivos persiguen dar respuesta a la naturaleza de los enfoques o paradigmas de investigación, cada uno de los cuales aporta su propia personalidad en función del objeto de estudio. Se tienen, de esta forma, objetivos más amplios y generalizables en investigaciones cuantitativas; mientras que en las que presentan un corte más cualitativo, éstos serán particulares y ceñidos a situaciones y contextos concretos.

La definición de objetivos es siempre en infinitivo y se utilizan verbos del tipo comprobar, establecer, identificar, recopilar, indagar, buscar, etc. Es decir, son operativos e implican acción, además de:
  • Incluir los sujetos que ejecutarán las tareas.
  • Indicar lo que se investigará.
  • Acotar las partes investigadas.
  • Apuntar hacia dónde y para qué se realiza la acción investigadora.

En ocasiones se confunden objetivos e hipótesis, no en cuanto a la formulación, sino en los contenidos; para evitarlo es conveniente tener en cuenta el carácter descriptivo de unos, frente al relacional de las hipótesis. A partir de ahí se debe establecer una estrecha relación entre ambos con la finalidad de conocer con claridad lo que se desea realizar a lo largo del estudio.
Llegado a este punto, se plantea al investigador el interrogante de cuántos objetivos son los que debe definir. Para Buendía, Colás y Hernández (1997) existe un objetivo general, que tiene un carácter muy amplio y expresa lo que va a hacer el investigador, y los objetivos específicos que concretan más las tareas.
Como norma general, es conveniente que el investigador se apoye en el problema de investigación para expresar con un sentido de la totalidad el área problemática, incluyendo en el mismo las principales variables de la investigación. A modo de guía puede ser útil recorrer en varias direcciones el camino siguiente:
Título > problema > objetivo general > objetivos específicos
En la definición de objetivos específicos es fundamental seguir una secuencia lógica en la investigación y prescindir de aspectos triviales que se supone que van a ser conseguidos. De igual forma, serán acciones diferentes unas de otras, que marcarán etapas y sugerirán metodologías específicas de trabajo. En caso contrario, resultarán inoperantes y no servirán para nada. Al final, estos objetivos darán respuesta al objetivo general. Esto conviene no olvidarlo.
En definitiva, los objetivos marcan los pasos a dar por el investigador para conseguir unos resultados que serán los que demuestren o no que se resolvió el problema inicial. En la tabla 3.3 se recoge un ejemplo en el que se puede apreciar la relación entre problema, objetivo general y objetivos específicos.


PROBLEMA
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
¿Qué uso se está haciendo en los centros de Educación Primaria de la provincia X de las TIC, por parte de profesores y alumnos? Averiguar la utilización de las TIC en las materias básicas de Educación Primaria en centros educativos públicos de la provincia X, tanto desde la perspectiva del profesorado como del alumnado.
1. Comprender las circunstancias que rodean el uso de las TIC en el ámbito educativo, tales como el contexto, posibilidades, innovaciones tecnológicas, implicaciones, etc.
2. Aproximarse al uso real de las TIC que hace el profesorado de Educación Primaria, incluyendo los diferentes factores, competencias y expectativas que lo rodean.
3. Examinar experiencias sobre tecnología en el ámbito de la Educación Primaria, en programas, aplicaciones, contenidos y distintas actividades.
4. Determinar necesidades para la incorporación de las TIC en la Educación Primaria, posibles usos, requerimientos para su utilización normalizada, etc.


Tabla 3.3. Relación entre problema, objetivo general y objetivos específicos.

Antes de plantearse los objetivos hay que pensar si éstos dan respuesta a todas las vertientes emanadas del problema de investigación y tener la seguridad de que están a nuestro alcance. Por este motivo, deberá constatarse que sean: realistas, medibles, congruentes, de importancia y redactarse poniendo énfasis en el valor que tienen para mejorar la organización.
En esta relación el investigador se puede plantear preguntas del tipo:
- ¿Por qué investigo? Porque necesito resolver un problema.
- ¿Qué investigo? Unos objetivos que tienen un determinado problema.
- ¿Para qué investigo? Para resolver el problema.
Un problema sin objetivos no genera actividades, al igual que ocurre cuando hay muchos objetivos y ningún problema definido con claridad. Cuando los objetivos se plantean desligados del problema, la investigación carece de contenido y se muestra llena de imprecisiones. Por consiguiente, la relación entre el problema y los objetivos es obligatoria, no se puede emprender un proceso investigador con garantías si no se establecen vínculos entre ellos. 

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Objetivos de la investigación


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