¿Cómo plantear la hipótesis de investigación?

 Una vez tenemos el problema formulado, deben indicarse posibles soluciones o explicaciones a esa situación problemática.

Las hipótesis son precisamente cada una de estas posibles soluciones al problema planteado.


Una hipótesis puede plantear una simple descripción de lo que ocurre (por ejemplo, "en este centro existe un problema de desmotivación que ocasiona los conflictos"). Puede también expresar una relación entre la situación y la posible solución (ejemplo: "una motivación adecuada reduce los conflictos en el centro"). También puede sugerir la posible intervención para solucionar el problema (ejemplo: "la motivación del alumnado a través de incentivos puede reducir los enfrentamientos con el profesorado"). En cualquier caso:

La hipótesis debe incluir información sobre la situación donde se está investigando, las variables implicadas en la explicación, la relación entre las mismas, y el sentido de la explicación que se está ofreciendo.

Los ejemplos anteriores se refieren siempre a hipótesis conceptuales. Un posible paso siguiente consiste en elaborar hipótesis operativas. Una hipótesis se operativiza cuando se concretan las variables que la componen. Por ejemplo, si la hipótesis conceptual que proponía una intervención se enuncia así "el programa ECOFORM mejorará el interés y la formación docente del profesorado", la hipótesis ha sido operativizada.
En algunos casos se puede además enunciar hipótesis estadísticas. Se trata de un caso particular de hipótesis sobre las cuales se realiza algún tipo de contraste estadístico que tiene, en consecuencia, una expresión matemática. En este contexto cabe hablar de hipótesis nula y de hipótesis alternativa. La hipótesis nula es la que se somete a prueba, la que se rechaza o no en función del resultado del contraste estadístico. Esta hipótesis se expresa siempre en forma de igualdad (a = b). La hipótesis alternativa, por su parte, no se contrasta, pero conviene tenerla en cuenta porque de rechazar la nula, se convierte en una consecuencia plausible.
El ejemplo anterior de hipótesis operativa se podría transformar en hipótesis estadística y expresarse matemáticamente de la siguiente forma:
H0: µ1 = µ0
Donde H0 es la hipótesis nula,
µ1 representa la media de la población de profesores que realizan el programa ECOFORM,
µ0 representa la media de la población de profesores que no realizan el programa ECOFORM.
No rechazar la anterior hipótesis nula implica reconocer que el programa ECOFORM no produce cambios significativos en la población de profesores. Por el contrario, rechazarla conduce a la alternativa:
H1: µ1 µ0
O bien:
H1: µ1 > µ0
Que se interpretaría como que la media de los profesores que han realizado el programa ECOFORM ha obtenido mejores resultados que el resto.
También es posible formular otras hipótesis estadísticas dependiendo del tipo de contraste estadístico realizado y del número de grupos o poblaciones considerados. Estos son algunos ejemplos:
H0: π1 = π H1: π1 π
H0: µ1 = µ2 = ... = µn H1: µ1 µ2 ≠ ... ≠ µn
H0: σ1 = σ2 = ... = σn H1: σ1σ2 ≠ ... ≠ σn
No siempre es posible, ni tampoco necesario, operativizar las hipótesis, y lo mismo ocurre con la consideración de las hipótesis estadísticas. La operativización y la formulación matemática tienen ventajas pero no son la panacea. Los datos, las variables y las situaciones de investigación han de permitirlo y, una vez que se ha realizado, las conclusiones han de remitir siempre al tipo de análisis empleado.
Hasta aquí el tipo de hipótesis descrito se ajusta a diseños de investigación formulados desde aproximaciones cuantitativas o positivistas. Veamos a continuación otros tipos de hipótesis, afines a diseños cualitativos de investigación.
En investigaciones que siguen una lógica inductiva, también denominada perspectiva cualitativa, se suelen plantear hipótesis abiertas. Este es el caso de investigaciones que utilizan diseños observacionales (Anguera, 1983).
En la investigación interpretativa se emplea también la denominación de hipótesis de trabajo. Se trata de un tipo especial de hipótesis que no busca la constatación directa. Son hipótesis que se plantean para abrir vías de investigación y que guían a los investigadores en sus indagaciones cualitativas (Tójar, 2006). Se habla de hipótesis de trabajo como hipótesis en cascada para significar que a lo largo de un proceso de investigación unas hipótesis nos van conduciendo a otras formulaciones hipotéticas, las cuales nos guían en el camino del estudio. A diferencia del tipo de hipótesis más afín a una perspectiva cuantitativa, donde se mantiene la hipótesis de inicio a fin del estudio, en investigaciones cualitativas, las hipótesis abiertas y/o de trabajo, van reestructurándose progresivamente a medida que transcurre la investigación.


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